Mascarillas con soya o soja

Los primeros en elogiar sus virtudes de la soya o soja fueron los endocrinos, pero los expertos en dermatología enseguida coincidieron en señalar este alimento como uno de los ingredientes más eficaces para mantener la belleza natural de la piel. 

Su eficacia suavizante, regeneradora y nutritiva ha hecho que muchos laboratorios ya la incluyan en sus fórmulas cosméticas.

Así te cuida 

Tanto en la cocina como incluida en cremas, la suya ayuda a recuperar la luminosidad del rostro que con el paso de los años suele ir sufriendo cambios inevitables. En concreto, sus propiedades son:
 

■ Incluye hormonas naturales que proporcionan belleza: Sus isoflavonas parecen actuar como una hormona propia de la mujer, el estrógeno, cuyo descenso en épocas de cambios hormonales causa la disminución del grosor, la hidratación y la pigmentación de la piel. La soja re-equilibra esa carencia.
 

■ Es un hidratante natural: Posee un alto contenido de isoflavonas, unos estróge-nos naturales o "fitoestrógenos" que retienen el agua, con lo que multiplican su capacidad hidratante. De esta manera, la piel mejora su luminosidad y presenta un aspecto mucho más terso y aterciopelado.
 

■ Difumina las arrugas: Las isoflavonas impiden parcialmente la formación de unas sustancias que dañan la elastina y el colágeno aumentando así las fibras elásticas que se encargan de reducir la aparición de las temidas arruguitas y líneas de expresión. 

Por eso -y por su alto contenido en vitamina E-, la soja resulta muy útil para tonificar la dermis y prevenir y retrasar el envejecimiento celular. 

Otra de sus propiedades más notables es la presencia de antioxidantes naturales, que contribuyen a conseguir una piel más tersa y rejuvenecida.

Texturas y uso
 

Sus beneficios serán evidentes cualquiera que sea tu edad y tu tipo de piel, pero su uso es especialmente apropiado para las pieles más maduras. También es muy recomendable cuando hay sequedad o irritación, puesto que dota de mayor elasticidad y flexibilidad a toda la dermis. 

Cada vez son más los productos cosméticos en cuya composición se encuentra la soja: desde cremas corporales y faciales a mascarillas humectantes, ampollas hidratantes, champús y tónicos. Y ya se puede encontrar también en algunos maquillajes. 

La fórmula del éxito

Cada grano de soja, la parte más usada en cosmética, presenta un 40% de proteínas y un 20% de lípidos, ricos en ácidos grasos esenciales. Las vitaminas A, B, D y E así como abundante fósforo, sodio, zinc y potasio completan su poderosa acción nutritiva, gracias a la cual las isoflavonas de soja consiguen reforzar la cohesión celular de la piel y volverla más flexible.

Mascarilla corporal de soya

Ingredientes

1/2 taza de aceite de soya

1 infusión de manzanilla

1/3 taza de aceite de base de coco (debe ser virgen extra y sin refinar) 

4 cucharadas de cera de abeja 

2 cucharaditas de lanolina anhidra 

1 taza de agua destilada o hidrosol de romero, manzanilla o lavanda 

30 gotas de aceite esencial de manzanilla alemana 

30 gotas de aceite esencial de manzanilla romana

Preparación

Calentar en un puchero, a fuego lento o al baño maría, los aceites, la cera de abeja y la lanolina hasta que la cera acabe de fundirse. En otro puchero, calienta el agua o el hidrosol.
 

Enfriar Retira ambos pucheros del fuego y deja que sus contenidos se enfríen hasta llegar casi a la temperatura corporal, hasta que la mezcla de aceites, cera y lanolina empiece a espesarse y se vuelva ligeramente opaca. 

Debería tener la consistencia de una pomada suave y suelta. Esto llevará aproximadamente de cinco a diez minutos, dependiendo de la temperatura de tu cocina. A medida que se espese, remueve un poco la mezcla para eliminar los grumos.