Muchas de las preparaciones que realizamos a base de tomate son, además de apetitosas, una fuente de juventud.
Gracias a la licopina, un nutriente del tomate, encontramos protección frente a los radicales libres y, por tanto, a ciertas enfermedades.
Como esta valiosa sustancia se encuentra especialmente en la piel del tomate, la forma más fácil de obtenerla es triturando el fruto.
Aunque algunos nutrientes se ven afectados con la cocción, este antioxidante —por el contrario— se concentra cuando es expuesto a las altas temperaturas, lo cual hace que preparaciones como la salsa de tomate sean especialmente atractivas.
En cuanto al mundo de la cosmética, existe una nueva generación de productos que está aprovechando el poder antioxidante (contra los radicales libres) de la licopina en forma de tónicos, cremas para el contorno de los ojos y pastillas que combaten el envejecimiento.
A continuación se presenta una mascarilla para la piel con tendencia a arrugarse.
Mascarilla para el cutis con tendencia a arrugarse
Machacar medio aguacate y 1 tomate fresco cortado por la mitad. Después añadir 1 cucharada de aceite de almendra dulce. Batir con el fin de obtener una pasta.
Aplicar esta mezcla sobre el rostro previamente lavado y dejar durante 15 minutos puesta. Enjuagar con agua fresca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario