La miel añade suavidad y frescura a la piel. Las manos de los apicultores están, por lo general, muy suaves y maravillosamente tersas cuando recogen la miel.
Por ello, resulta un ingrediente ideal en especial para las pieles secas y con tendencia a arrugarse. A continuación se detalla una mascarilla casera de miel que da tersura y suavidad a la piel
Ingredientes
10 gramos de cera de abeja
3 cucharadas de miel de abeja
Procedimiento
• Derrita en un refractario, en baño María, la cera a fuego lento hasta que esté líquida.
• Enseguida, agregue la miel y bata perfectamente con una pala de madera. Cuide que no haya grumos.
• Retire la mezcla del fuego y siga batiendo hasta que se enfríe.
• Envase en recipiente de vidrio previamente frotado con alcohol.
• Aplique en cara y cuello limpios; deje por espacio de 30 minutos.
• Relájese durante el tratamiento.
• Lave cara y cuello con agua tibia.
• Use el tratamiento tres veces por semana y obtendrá una piel tersa y suave.
• Derrita en un refractario, en baño María, la cera a fuego lento hasta que esté líquida.
• Enseguida, agregue la miel y bata perfectamente con una pala de madera. Cuide que no haya grumos.
• Retire la mezcla del fuego y siga batiendo hasta que se enfríe.
• Envase en recipiente de vidrio previamente frotado con alcohol.
• Aplique en cara y cuello limpios; deje por espacio de 30 minutos.
• Relájese durante el tratamiento.
• Lave cara y cuello con agua tibia.
• Use el tratamiento tres veces por semana y obtendrá una piel tersa y suave.
La miel cura, suaviza y nutre la piel y combinada con la cera de abeja le da tono y elasticidad.
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