domingo, 31 de marzo de 2013

Cómo retrasar el envejecimiento cutáneo


Ya sea seco, graso o mixto, el cutis es la parte del cuerpo más propensa a recibir las agresiones de los agentes externos, responsables de la aparición de arrugas y ojeras.

Si bien los rayos solares constituyen una de las principales causas de la degeneración, la falta de sueño y el consumo excesivo de alcohol y tabaco, también conllevan al envejecimiento prematuro.

Entonces, surge la siguiente  pregunta: ¿Qué podemos hacer para retrasar, en la medida de nuestras posibilidades, el envejecimiento cutáneo?

El primer paso consiste en desarrollar una serie de cuidados básicos como los siguientes:

Cuidados antienvejecimiento

■ Dormir suficiente. No seguir esta recomendación hace que el cuerpo expida una cantidad excesiva de la hormona cortisol, favoreciendo la aparición de algunas estrías cutáneas, cuando se disminuye la producción de colágeno.  La ausencia de esta proteína provoca deshidratación y pérdida de elasticidad epidérmica, y por consiguiente, la aparición de surcos entre la boca y las mejillas, además de arrugas en el contorno de los ojos".

■ Evitar el alcohol. Su acción disminuye los niveles de nutrientes en el cuerpo, especialmente el de la vitamina A, dificultando así la circulación del oxígeno. La falta de este antioxidante, que a su vez facilita la producción del colágeno necesario para dar elasticidad y firmeza a la piel, causa que el rostro sea más propenso a evidenciar líneas finas y arrugas.

■ No fumar. El humo del cigarrillo, además de  afectar gravemente el sistema respiratorio, repercute en la salud de la piel. De acuerdo a estudios científicos del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan, se ha comprobado que el número de cigarrillos fumados durante el día y el número de años que la persona fumó es directamente proporcional al nivel de lesiones cutáneas.

¿Qué más se puede hacer?

Si se desea aún más retrasar el envejecimiento de la piel, pero buscando siempre la opción más natural, puede considerarse el ácido hialurónico el cual se encuentra de manera natural en el cuerpo y es necesario para conservar la piel suave y con volumen. 

Gracias a la investigación y a los avances en la dermatología cosmética, está disponible como suplemento, en crema y en fórmula inyectable. Es un elemento fundamental en la lucha contra el envejecimiento.

El ácido hialurónico fue descubierto por primera vez en 1930 cuando los investigadores lo identificaron por su papel como proveedor de estructura y soporte de la piel y del cuerpo, al lubricar las articulaciones y darle volumen y forma a los ojos. El primer uso terapéutico del ácido hialurónico fue en 1960 para tratar, por medio de inyecciones, el dolor articular en pacientes con artritis.

No fue hasta el año 2000 que el ácido hialurónico fue desarrollado en una fórmula inyectable para uso cosmético.

En realidad, el ácido hialurónico es un azúcar que atrae a las moléculas de agua para dar ese aspecto relleno y redondo. Además, la piel tiene lo que se conoce como "resiliencia": un efecto de rebote, que, al presionarla, retoma rápidamente su forma original.

En la medida que el agua es absorbida por el ácido, se crea el volumen, actuando de la misma manera que una esponja se empapa de agua. Así rellena la piel alisando hasta las líneas más finas.


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