Debido al hecho que la
piel reseca es más propensa al envejecimiento prematuro (aparición de arrugas,
manchas, etc.), es necesario la aplicación de cuidados y si son naturales,
mucho mejor.
Para la limpieza de este tipo de piel, es importante verificar el tipo de
jabón que se usa, ya que si es demasiado fuerte podría dañarla con facilidad.
Se aconseja un jabón de
coco elaborado al baño María con 50 g de jabón neutro rallado, 40 g de aceite
de coco, medio vaso de aceite de almendras y una cucharadita de miel de abeja.
También se puede preparar una crema limpiadora con dos cucharadas de aceite de
almendras dulces, 50 g de manteca de cacao y 15 gotas de aceite esencial de
manzanilla.
Para hidratar la
piel seca, se aconseja un tónico confeccionado con 1/2 litro de agua
de rosas, 250 mi de infusión de azahar y ocho gotas de esencia de limón.
Para retirar el
maquillaje y las suciedades del día: Preparar una crema al baño
María con un vaso de lanolina (de venta en herbolarios y farmacias), 12
cucharadas de cera de abeja, tres cucharadas de aceite de almendras y un vaso
de zumo de papaya.
Las mascarillas revisten especial importancia para las pieles secas, y
deben aplicarse sin falta todas las semanas. Se recomienda mezclar una
cucharadita de mantequilla, dos cucharadas de zumo de fresa y una cucharadita
de leche.
Otras mascarillas son:
Máscara de espinaca: Remojar un puñado de hojas de espinaca en leche
hirviendo. Retirar del fuego cuando estén tibias las hojas de espinaca.
Envolverlas en una gasa y aplicar sobre el rostro.
Mascarilla
antimanchas: Las manchas que aparecen en
la piel seca se pueden borrar mediante la aplicación de compresas con jugo
fresco de cebollas y masajear hasta obtener calor. Luego aplicar aceite de
almendras dulces.
Mascarilla de pepino: Aplicar su jugo o una cataplasma de rodajas frescas. Es
hidratante, astringente y suavizante. Mantiene
la elasticidad y nutre los músculos del cutis.
Mascarilla de puré de batatas y jugo de
tomates: Mezclar ambos ingredientes hasta formar una pasta. Aplicar
en el rostro y dejar secar. Retirar con agua tibia y luego fría. Colocar, al
final, una infusión de manzanilla.
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