Remedios caseros para el insomnio

El sueño es sumamente importante para vivir: el cerebro y el cuerpo requieren descansar para poder afrontar a las actividades cotidianas. Sin embargo, muchas personas alrededor del mundo no pueden dormir bien y sufren de insomnio.

El insomnio se divide en tres: La dificultad para conciliar el sueño al acostarse (insomnio inicial), despertarse frecuente durante la noche (insomnio intermedio), o despertarse muy temprano por la mañana, antes de lo planeado (insomnio terminal).

Es importante saber que, según investigaciones realizadas, el insomnio puede dificultar la consolidación de nuevos conocimientos y causar, a la larga, pérdidas de memoria e incluso incrementa en un 48 por ciento el riesgo de desarrollar una enfermedad del corazón y un 15% más de tener un accidente cerebrovascular. 

A continuación algunos remedios naturales y recomendaciones para vencer el insomnio:

Remedios naturales para el insomnio

Remedio para combatir el insomnio #1 Consumir una ensalada de lechuga 1 hora antes de acostarse. La lechuga es muy efectiva para calmar el cansancio y reducir la ansiedad lo que facilita el sueño.

Remedio para combatir el insomnio #2 Rociar una gotas de esencia de lavanda en la almohada antes de acostarse. Este es un remedio de aromaterapia.

Remedio para combatir el insomnio #3 Escoger una sesión ligera de yoga o estiramiento, no tan vigoroso o ashtanga yoga, ya que estos niveles energiza el cuerpo. Considerar intentar un yoga suave con estiramientos antes de acostarse, seguido por una meditación.

Remedio para combatir el insomnio #4 Verter 2 cucharadas de valeriana en 1 taza de agua que esté hirviendo. Tapar y dejar refrescar. Tomar 1 taza antes de acostarse.

Remedio para combatir el insomnio #5 Tomar un vaso de leche caliente con galletas una hora antes de dormir. El motivo es que ambos alimentos aportan triptófano, una sustancia implicada en la inducción al sueño.

Recomendaciones

Apagar el teléfono, el ordenador y la televisión media hora antes de acostarse, ya que desajusta el reloj interno e impede el sueño. También se sospecha, aunque no se ha demostrado, que la presencia de aparatos electrónicos cerca de la cama (como un reloj de pulsera, el cargador del móvil o un despertador) eleva el ritmo cardiaco y afecta al dormir.

No comer mucho antes de acostarte, pero tampoco quedar con hambre. Una cena copiosa o demasiado grasa dificulta la digestión y eso repercute sobre el sueño pero si no se cena (o la cantidad de comida es insuficiente) la sensación de hambre también hará despertar por la noche. Tampoco conviene ingerir demasiados líquidos justo antes de acostarse, ya que al ir al baño en la mitad de la noche interrumpirá el ritmo de sueño

No consumir sustancias estimulantes como la cafeína o la teína presentes en el té, el café o las bebidas de cola unas horas antes de acostarse.

Evitar el tabaco.

Eliminar la siesta durante el día.

Tratar de acortarse todos los días a la misma hora.

Asegurarse de que existen unas buenas condiciones ambientales en la habitación (temperatura, ruido, luz, humedad, la cama…) a la hora de acostarse.