La caspa es un problema de poca importancia si se combate al principio; de otra forma, puede llevar a graves consecuencias y desembocar en alopecia.
Antes que nada hay que definir la diferencia entre la natural descamación de la piel y la caspa, ya que muchas veces no tiene fundamento el pánico provocado al observar escamas blancas sobre los vestidos.
La caspa se divide en varias categorías. El disturbio más frecuente, cuando el cutis se descama de modo anormal, es llamadopitiriasis. Un cepillado diario que limpie a fondo el cabello suele ser suficiente para curarla.
Cuando a la caspa acompaña el picor, la tendencia a rascarse provoca una irritación y la caspa puede difundirse más allá del cuero cabelludo, infectando la cara y el cuello. Es de suma importancia entonces no irritar esta zona y abolir cepillos que podrían agrietar el cutis y expandir la infección.
La mayoría de los productos anticaspa en el comercio, al ser prevalentemente químicos, son verdaderos atentados contra la salud del cutis, así como las lociones alcohólicas usadas para detener la excesiva descamación.
Los productos que contienen azufre y ácido salicílico pueden causar reacciones alérgicas; muchas lesiones del cuero cabelludo son causadas por curas «milagrosas» contra la caspa.
Mascarillas y champús anticaspa
Para combatir la caspa, se usan plantas que eviten la excesiva descamación o que controlen el exceso de grasa (seborrea) o que impidan su excesiva sequedad. Para uso externo, se recomiendan el laurel (Laurus nobilis) por su efecto regenerador del cuero cabelludo; la consuelda (Symphytum officinale) por su contenido en alantoína; el regaliz (Glycyrrhiza glabra) pues disminuye las secreciones grasas del cabello; y la salvia (Salvia officinalis).
A continuació algunas recetas de belleza natural para combatir la caspa:
Mascarilla anticaspa de huevo:
Las yemas de huevo son útiles para la eliminación de la caspa. Se baten dos yemas de huevo en un cuarto de taza de infusión de ortiga blanca y se masajea la cabeza durante 5-10 minutos con este compuesto. Enjuagar abundantemente y acabar con un enjuague final de vinagre de sidra diluido en un poco de la infusión de ortiga.
Champú anticaspa de hierbas:
En 1 litro de agua, hervir durante 10 minutos un puñado de romero fresco, uno de tomillo y uno de salvia. Añadir 2 puñados de ortigas frescas, hervir dos minutos más y apagar el fuego. Dejar macerar hasta que esté frío y colar. Volver a poner el líquido al fuego y añadirle 5 cucharadas de jabón de Marsella en copos o bien rallado y remover hasta que esté disuelto Retirar del fuego, dejarlo enfriar y envasarlo.
Loción anticaspa
Mezclar 5 gotas de aceite esencial de salvia y 1 cucharadita de aceite de almendras. Con este preparado masajeamos la cabeza con movimientos circulares.
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