Existen diversos tipos; sus propiedades se derivan de su textura. En este sentido, se encuentran las de polvo, las plásticas y las cremosas.
Para el cutis graso, se recomienda las mascarillas de polvo. Suelen ser de arcilla o barro refinado, y tienen la función de limpiar y purificar el cutis; además, incluyen sustancias astringentes que eliminan el exceso de sebo.
A continuación, se presenta una mascarilla de arcilla y miel para este tipo de cutis.
Mascarilla de arcilla y miel para cutis graso
Ingredientes
3 cucharadas de arcilla
3 cucharadas de leche
1 cucharada de miel,
Preparación
Mezclar hasta lograr una consistencia cremosa. Esparcir sobre el rostro y dejar actuar de 10 a 15 minutos. Retirar con agua tibia, y luego con agua fría para cerrar los poros.
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